Un buen hijo, será un buen ciudadano
octubre 10, 2014ViveCaribe Cultura0
Por: Carlos Eduardo Revollo
Quiero en este artículo reseñar algunos de los deberes que los padres tenemos con los hijos con la intención de darles la mejor oportunidad para vivir vidas buenas como individuos y como ciudadanos en sus comunidades y en nuestro país, ya que un buen hijo siempre será un buen ciudadano.
Formar su carácter con amor y dedicación
Expresemos continuamente a nuestros hijos que los amamos, con nuestras palabras y a través de nuestras actuaciones. Los hijos no deberían esforzarse en ganarse nuestro amor; si tienen la certeza que los amamos aumentarán su seguridad emocional y serán capaces de amar a otros. Debemos incentivar en ellos el amor a Dios y a los semejantes fomentando una cultura de respeto y obediencia. El bien general debe primar sobre el bien particular.
Enseñarles con el buen ejemplo
No es suficiente hablarles e indicarles lo que deben hacer. Mis actitudes enseñan más que mil palabras por ello debo ser consciente que estoy siendo observado constantemente por ellos, y así reaccionarán de la misma manera como yo reaccione, por lo cual debo esforzarme en resolver los conflictos de forma pacífica promoviendo la unidad, convivencia y tolerancia.
Disciplinar en amor
La corrección es fundamental para fortalecer el carácter de los individuos. Es necesario indicarles los límites que se deben tener en la relación con los demás a fin de evitar irrespetar o ser irrespetado. Darles a conocer las consecuencias de quebrantar las normas. Una conducta incorrecta sin castigo, tiende a repetirse. Advertirles los peligros a los que deben enfrentarse y enseñarles a afrontar el resultado de sus equivocaciones. Amar no es taparse los ojos o callar cuando deba actuar.
Establecer una comunicación efectiva
Debemos crear lazos de amistad y confianza escuchando atentamente su lenguaje verbal y no verbal sin apresurarse a juzgar. Es muy provechoso conocer las amistades y el entorno que les rodea. Enseñarles a utilizar los medios tecnológicos de acuerdo con su madurez física y emocional haciendo énfasis en los contenidos edificantes que alimentan el alma. Es vital insistirles sobre la importancia de regirse por principios y convicciones imperecederos que no tienen precio tales como: honestidad, veracidad, transparencia y justicia.
Les aseguro que los deberes que propongo en este artículo son universalmente reconocidas por religiones y culturas diversas y la información que incluimos en puede ser utilizado por padres con diversas experiencias y creencias.