Resentimiento, enemigo mortal Resentimiento – Fotografía Jerson Frayle Full view

Resentimiento, enemigo mortal

Por Cecilia Gómez Godoy

El resentimiento es uno de los enemigos internos más poderosos que existen, su eficacia para destruir es tan alta que simplemente nos lleva a una muerte espiritual y emocional, ciega el razonamiento e impide ver con claridad lo que se encuentra a nuestro alrededor.

El resentimiento se convierte en un verdadero verdugo y amo de su víctima, toma el control total sobre la mente y las emociones, hace actuar con soberbia, orgullo y prepotencia. El resentimiento tiene toda la fuerza necesaria para llevar al deseo de venganza, y no permitir el tomar decisiones y acciones con ecuanimidad y justicia. El resentimiento es la consecuencia de la falta de perdón, llevándose la alegría y paz de espíritu de una persona.

A aquellos que están llenos de resentimiento los invito a perdonar. Este gesto de verdadera humildad se logra directamente de nuestra conexión con Dios. Tomar conciencia de que nosotros también hemos tenido la necesidad de ser perdonados, nuestras culpas han sido retiradas y se nos ha concedido el privilegio de enmendarlas, logrando así la redención.

Resentimiento

La liberación del resentimiento se manifiesta al comprender que todos somos seres humanos, que fallamos diariamente, que nos equivocamos, que por nuestra naturaleza nadie tiene derecho a lanzar la primera piedra para acusar al otro o actuar en contra de alguien. El amor humano está lleno de condicionalidades hacia él mismo y hacia los demás, teniendo siempre expectativas sobre los comportamientos ajenos y propios. Somos muy vulnerables a las circunstancias externas y nos dejamos guiar y llevar por las apariencias.

Existe un amor que es único y verdadero, un amor inquebrantable, un amor que no tiene mudanza , un amor que permanece, un amor que siempre nos mira con ojos de compasión e infinita ternura, un amor que no mira nuestros errores, un amor responsable que nos corrige, que nos guía, nos perdona y nos vuelve a dar otra oportunidad; un amor que va más allá de todo entendimiento humano, que nos hace libres , nos conforta y nos anima en todo momento, un amor que no tiene espacio ni tiempo, que se da sin condiciones, es total y absoluto, es perfecto. Este gran amor sólo está en Dios.

Si en nuestras fuerzas no hemos podido perdonar las ofensas que hemos recibido, acudamos con un corazón dispuesto a la misericordia de Dios y pidámosle que nos conceda de su Gracia para poder perdonar de corazón y orar por quienes nos han hecho daño. Sólo así encontraremos la paz necesaria para continuar en la plenitud de una vida en total libertad.

Written by ViveCaribe

Estamos agradecidos y sorprendidos por la gran acogida de nuestra revista. Seguimos viviendo, creciendo, dándonos a conocer. Agradecemos a quienes nos han apoyado en este camino.

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