¡Cuando tus hormonas se alborotan!
febrero 6, 2017@drjorgeabril Vive sano0
Suele pasar que alguien suplantando ser un pariente, abusiva y sutilmente se infiltra en una reunión familiar ajena y crea el desorden sin que los demás se percaten que es un extraño camuflado, cambia el orden, funciones, horarios, escandaliza a los menores ¡los más afectados!, irrespeta a los anfitriones, confunde la vigilancia, y hasta se pelea con unos cuantos vecinos, antes de desaparecer frecuentemente sin dejar rastro.
De manera similar dentro de la familia de las hormonas, neurotransmisores y sustancias propias de nuestro cuerpo, suelen colarse suplantadores químicos externos y contaminantes con gran similitud molecular a los que llamaremos “Disruptores Endocrinos”, denominados así por su capacidad de alterar (aun a concentraciones muy bajas), el equilibrio hormonal del organismo, ya sea interrumpiendo, simulando, incrementando, o debilitando complejos procesos fisiológicos “psico-neuro-inmuno-cardio-endocrinos” controlados habitualmente por hormonas, que alteran especialmente el desarrollo, crecimiento, inmunidad, salud neurológica y la capacidad de reproducción humana.
Por dar un ejemplo diciente expongo la evidencia encontrada en recientes investigaciones del cada vez más temprano, desarrollo sexual de las niñas años antes del promedio, denominada “pubertad precoz”: con crecimiento mamario temprano, despertar sexual anticipado, alteraciones emocionales secundarias y primera menstruación pronta, predisponiéndolas a una mayor incidencia de cáncer de mama, y obesidad por mencionar unos pocos, todo ello ante la liberación prematura de hormonas sexuales estimulada por los disruptores endocrinos. Uno podría esperar que dichos disruptores estuvieran relativamente lejos de nosotros y que exponerse a ellos fuera algo ocasional, pero la verdad es que estamos íntimamente cercanos, y expuestos.
Entre otras disfunciones atribuibles en mayor o menor grado se listan el hipertiroidismo, hipotiroidismo, infertilidad, abortos espontáneos, alteraciones del desarrollo fetal y neonatal, obesidad y trastornos alimenticios, diabetes y enfermedades cardiovasculares, problemas de memoria y aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad, diferentes tipos de cáncer (de próstata, testículo, tiroides, mama, ovario, y de seno), testículos no descendidos, y un sin fin de otros desarreglos hormonales tanto en mujeres como hombres de todas las edades.
Estos químicos los encontramos en productos de aseo personal (ftalatos, triclozan), agua (percloratos, atrazina, arsénico), papel térmico de caja registradora (Bisfenol-A), productos de oficina (solventes y tintas de impresora), de limpieza en casa: pisos, ropa (etoxilatos de nonilfenol), recipientes y botellas plásticas, antiadherentes de ollas (Bisfenol-A, ácido perfluorooctanoico), alimentos como: peces con dosis altas de mercurio, distintos pesticidas, fungicidas y fertilizantes en los vegetales, carne y lácteos con químicos industriales, antibióticos y hormonas veterinarias, y enlatados por su recubrimiento de Bisfenol-A entre muchos. La estrategia a seguir es conocer y evitar los disruptores endocrinos, y un plan de desintoxicación anual que baje su carga toxica total guiada por su médico funcional y biológico de confianza.
Jorge E. Abril B
Médico y Cirujano Universidad del Rosario
Medicina tradicional china y funcional
Terapias alternativas y complementarias
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